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jueves, 23 de mayo de 2013

LA ENTREVISTA A AZNAR Y ENSEÑANZAS DE MAQUIAVELO




Por Isidoro Gracia
Exdiputado

Aprovechaba en el jardín el sol de una tarde de mayo, hojeaba casi al azar algunos libros, de los que sirven para entender los procesos a los que nos está empujando, de manera inmisericorde, la actual crisis, y en el capítulo IX del Príncipe de Maquiavelo encontré algo de sabiduría, de la contrastada por la historia.
 “El que consigue la soberanía con auxilios de los grandes se mantiene con más dificultad que el que la consigue con el del pueblo, porque se halla cercado de muchas gentes que se tienen por iguales con él”. Ganar elecciones gracias a la ventaja de aportaciones anónimas, permite a los donantes, normalmente gentes poderosas, no ser mandadas ni manejadas a discreción del gobernante.
En el capítulo XIX la recomendación es: El Príncipe debe evitar ser despreciado y aborrecido, y “Siempre que no se quitan a la generalidad de los hombres su propiedad  ni honor viven ellos como si estuvieran contentos”. El paralelismo de lo antes expresado con los desahucios, las participaciones preferentes y la pérdida de la dignidad, derivada de la exclusión del trabajo que dignifica, salta a la vista sin necesidad alguna de formación política profunda.
En otras obras, el mismo autor indica a donde llevan algunas de las situaciones que hoy tienen paralelismo: “Cuando la masa es corrompida en un Estado, las buenas leyes no sirven ya de nada, a no ser que se confíe su ejecución a un hombre que pueda tener suficiente fuerza para hacerlas observar”.
Esa misma tarde noche se entrevistó a Aznar, un personaje narcisista clínico en palabras que escuché en una emisora a un ilustre psicólogo.

¿Y si algunos de los que detentan el poder también leen a los clásicos?




lunes, 20 de mayo de 2013

PEROGRULLADAS Y ESTULTICIA




Por Isidoro Gracia

Pero Grullo es un personaje de ficción que tiene como característica utilizar expresiones que no tienen contenido práctico, aún cuando parezcan muy sesudas y de “sentido común”. La principal llamada al personaje se hace con el dicho: Pero Grullo que a la mano cerrada la llama puño.

Estulticia es equivalente a necedad o ignorancia por no querer aprender.

Estoy seguro que no es necesario que yo aporte ninguna propuesta de nombre, para que ya esté en la mente del lector el personaje que hoy mejor refleja este tipo de actitud, en sus escasas comparecencias públicas.

Cuando se afirma que es objetivo del gobierno mejorar cualquiera de las condiciones de los ciudadanos a su cuidado, se está expresando una perogrullada, para apoyar la expresión el personaje, no nombrado, suele utilizar el argumento que eso es de sentido común. El problema surge cuando se contrasta el medio legal o la medida aprobada por el Consejo de Ministros con sus consecuencias sobre la sufriente realidad de los destinatarios de esas propuestas de “mejora”.

¿Dónde está la bondad de la “Estabilidad y reformas para el empleo” comprometidas en el programa 2011 del PP, si el empleo cae en picado? ¿Cómo casa el resultado con el sentido común? No darse cuenta de cuáles son las consecuencias, constatables, sobre sus ciudadanos, de las reformas aplicadas por muchos gobiernos, especialmente por el español, es estulticia voluntaria.

Anunciar repetidamente lo imprescindible, para el bienestar ciudadano, de la sostenibilidad de los sistemas públicos de educación, salud y pensiones, son repetidas perogrulladas. Ignorar en las medidas tomadas cada semana que privado y público son términos antagónicos, incompatibles, es incluso algo más que estulticia maliciosa.

Los gobiernos que, en contra de sus propios predicamentos y promesas escritas, toman continuamente decisiones que perjudican los intereses de la inmensa mayoría de los ciudadanos a su cargo, de acuerdo con lo que Rousseau proponía para respetar en contrato social, entran en el terreno de la ilegitimidad.

jueves, 16 de mayo de 2013

ODIO A ESTE PUTO PAÍS PORQUE...


Por Rafael Narbona




Cuando de pequeño escuchaba que “España era una unidad de destino en lo universal”, me preguntaba si se referían al éxito de Massiel en Eurovisión, cantando el “La, la, la”, pero después del triunfo de la Roja en la Eurocopa 2012 he comprendido que España aún sueña con fundar un Imperio Galáctico liderado por un risueño Darth Vader ataviado con una montera y un capote carmesí. No es una broma. Los que siguieron la batalla librada contra una Italia debilitada por el “bunga-bunga” del Lord Sith Berlusconi, pudieron comprobar que un torero animaba a la selección, recordando al mundo que España siempre será la patria del botijo, las tonadilleras, el tricornio y el garrote vil.
Odio a este puto país porque al cruzar los Pirineos la caspa deja de ser un problema de higiene y se convierte en un signo de identidad nacional. Odio a este puto país porque sus pueblos aún martirizan a los animales, alegando que taladrar la piel de un toro con un estoque o lanzar a una cabra desde un campanario es arte y no tortura. Odio a este puto país porque presume de unos huevos de oro, pese a su cobardía con las incontables víctimas de la rebelión de los generales en 1936. España es un gran cementerio bajo la luna, una gigantesca fosa clandestina donde aún se amontonan los restos de maestros, poetas, obreros, campesinos, socialistas, anarquistas y comunistas, asesinados por luchar contra terratenientes, señoritos, banqueros, curas y militares. Nada augura que esos restos hallarán una digna sepultura o que el espeluznante mausoleo de Cuelgamuros será dinamitado, corriendo la misma suerte que los edificios y monumentos de la Alemania nazi y la Italia fascista. Odio a este puto país porque es un Reino y no una República, con un idiota coronado que extermina elefantes, confraterniza con dictadores, colecciona Ferraris en mitad de una pavorosa crisis económica y rivaliza con su tatarabuela Isabel II en promiscuidad, molicie, avaricia, oportunismo, populismo, estulticia y arribismo.

Descargar e imprimir el trabajo completo: "ODIO A ESTE PAÍS"

COMENTARIO SOBRE EL "ODIO A ESTE PAÍS"


martes, 7 de mayo de 2013

ESPERANZA AGUIRRE ANIMAL POLÍTICO


Por Pedro Taracena



El animal se distancia del hombre por el camino recorrido con su razón. Cuanto más se aleja de la bestia más se acerca al humano. A la augusta, aristocrática y liberal dama, la lideresa Aguirre, algunos admiradores vienen reclamando para ella, la denominación de origen de animal político. Motivado por su genuina y primitiva vocación pública. No obstante, nada tiene que ver con la expresión aristotélica de definir al hombre como un animal político. Aristóteles mantenía que los dioses y los animales vivían aislados. Sin embargo, el hombre con ser un animal aunque racional, la fuerza natural hacia la procreación y la conservación, se inclinaba a vivir unidos en la polis (ciudad). De ahí que el hombre fuera considerado por el filósofo como un animal social zoon politikon.
Pero no renuncio a utilizar con propiedad estos dos vocablos aunque sean peyorativos, animal y político. Esta excelsa señora de modales burdos y arrabaleros, tuvo su alta cuna pero cayó a su baja cama (apenas llega al fin de mes), con sus máximos esfuerzos y sin que nadie le ayude. Sus primitivas formas a la hora de abordar su idea de lo público, le acerca al animal que todos llevados dentro, unos más que otros, y se mueve como pez en el gua en el imperio de la ley de la selva, la ley del más fuerte; viviendo sin pudor su gran incoherencia. La vida pública es transitoria pero no para ella, que nació noble y llamada a consumar su vocación de caudilla de un estado sin Estado. Esta jungla animalesca se inspira de forma torticera en el lema  de los liberales franceses: laissez faire, laissez passer. Dejar hacer, dejar pasar, las cosas transcurren por sí solas. Que el dinero de los impuestos esté en el bolsillo de los ciudadanos. Que cada cual se pague los servicios que pueda: la educación, la salud y la dependencia. El imperio de la propiedad privada sin límites. Mínimos impuestos, que el Estado se convierta en una gran empresa, en un gran negocio. Y todos los políticos que pertenezcan a su clan ideológico, se conviertan en asesores y responsables de todas las empresas privatizadas.
Tiene la astucia de la serpiente y la cautela de la zorra para esquivar los peligros políticos que le acechan. Pero su ambición sólo tiene una meta, llegar a ser investida Presidente del Gobierno de España, donde por primera vez la lideresa y caudilla, escribiría el nombre de su cargo en femenino. El rastro que ha dejado en su trayectoria como animal político, es como poco amoral, y le aleja del humanismo que emanan la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 1948 y la Constitución Española de 1978.
Su puesta en escena de animal político es provocadora e insultante, allí donde encuentra un micrófono. Calcula con anticipación su efecto mediático y sobre todo que cause el perjuicio mayor a su enemigo. Tiene muchos lacayos y secuaces, que siempre le han hecho el trabajo sucio. Pero solamente tiene una diana a batir clavando sus dardos: Marino Rajoy. El resto, incluyendo los españoles, carece de importancia.

sábado, 4 de mayo de 2013

CRÍMENES EN TIEMPOS DE PAZ


Por Pedro Taracena Gil


Guernica Pablo Picasso

Los políticos, quizás, no sean criminales pero las leyes que ejecutan los crímenes, sí. Aunque sea muy difícil separar la voluntad de hacer un ley con su intención de evitar el crimen.
En la actualidad hay expresiones que incluyen la palabra crimen, que los defensores de la democracia formal no soportan. Este vocablo hasta ahora estaba postergado de la vida cotidiana, era utilizado para casos muy concretos y siempre se identificaba exclusivamente con delitos de sangre. Pero el pueblo que reclama democracia real ¡ya! reivindica el término crimen para instaurar la sana costumbre de llamar a las cosas por su nombre, al pan, pan y al vino, vino. La sociedad considera un crimen, a un delito grave o una acción indebida y reprensible. Sin adentrarse en la tipificación legal o jurídica. Los ciudadanos tienen como patrón de medida, no las exquisiteces del código penal, sino algo más cercano como es la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948  y el espíritu de la Constitución Española de 1978. En estos documentos los derechos vienen expresados en un idioma claro, simple y de sentido común. Sabio precepto de nuestra Carta Magna el que dice que: “La justicia emana del pueblo”, por tanto, los ciudadanos tienen una percepción de aquello que es justo y lo que es injusto, sin albergar ninguna duda. Cuando se lleva a cabo una acción indebida contra el pueblo, éste, no espera a que lo sentencie ningún juez, expresa su condena; indignándose sobremanera si no se repara la injusticia cometida. Las expresiones de crímenes contra el pueblo o crímenes de lesa humanidad, son ahora en España moneda de curso legal, ante colectivos con derechos fundamentales lesionados. Algunos ejemplos ilustran el uso de la palabra crimen en sus acepciones sociales y económicas; consagrando las leyes perversas del capitalismo salvaje de, la explotación del hombre por el hombre, y el servilismo a las exigencias de los llamados mercados: Banqueros usureros, empresarios explotadores y caciques, políticos corruptos, defraudadores de la hacienda pública y una monarquía con achaques de caduca y haciendo agua por los cuatro costados. Como consecuencia: ¿Quién se atreve a negar la evidencia de que hoy se están cometiendo crímenes contra el pueblo español?
Es un crimen cuando los recortes en la Sanidad Pública provocan un deterioro en la salud de la población; aumentando el riesgo de un muerte prematura.
Es un crimen cuando el paro provocado por el capitalismo, está llevando a los españoles e inmigrantes a la pobreza y a la exclusión social: Miseria, hambre, frustración y desamparo.
Los recortes en la Educación Pública suponen un crimen contra nuestra juventud. Toda una generación perdida.
El crimen más execrable por el empecinamiento del Gobierno, es el de los desahucios. Esto es demagogia en boca del Partido Popular. El esperpento se consuma cuando los jueces y la policía sacan a palos y con violencia a familias enteras en cumplimiento de la ley. Una ley que solamente consideran justa, los banqueros y la derecha.
La lista es interminable pero no me resisto a omitir la perversa ideología del PP que sigue sumiso a la tiranía de la Europa del Norte, sin invertir en crecimiento y en investigación. Y sobre todo en insumisión haciendo una piña con su pueblo. La corrupción en España es el peor de los crímenes. Mientras estas consideraciones son tachadas de demagógicas, estoy buscando la palabra que no alarme tanto a los hipócritas criminales.